En el futuro se asigna a O’Niel un año de servicio en la tercera luna de Júpiter: Ío, mundo rico en titanio y en el que hay instalada una colonia minera. Una noche, O’Niel llega a su módulo después del servicio y se entera de que su esposa y su hijo han embarcado en el transbordador que va semanalmente a la estación espacial, desde la que en unos días volverán a la Tierra.
Al investigar la muerte violenta de dos mineros, O’Niel descubre que presentan un rasgo en común: el uso de una droga prohibida y peligrosa llamada eutimol policlorhídrico, que aumenta enormemente la productividad de los mineros pero que con el tiempo provoca psicosis (que se muestra brevemente en dos incidentes horribles). Según los datos proporcionados por la antipática doctora jefa de la colonia, Lazarus, ha habido un muy gran aumento de muertes de ese tipo en el último año.
Al investigar la muerte violenta de dos mineros, O’Niel descubre que presentan un rasgo en común: el uso de una droga prohibida y peligrosa llamada eutimol policlorhídrico, que aumenta enormemente la productividad de los mineros pero que con el tiempo provoca psicosis (que se muestra brevemente en dos incidentes horribles). Según los datos proporcionados por la antipática doctora jefa de la colonia, Lazarus, ha habido un muy gran aumento de muertes de ese tipo en el último año.
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